sábado, 27 de octubre de 2012

Breve historia de "Casa Sostenible". Surge la idea.




A continuación, te presento la historia de cómo surge la Casa Sostenible, este escrito es un ejercicio etnográfico, por lo que es detallado y dividido en subtítulos, para facilitar la lectura y seccionar momentos diferenciables en la historia de este espacio y su familia.

“no sé, decide tu”
Hace 8 años (2004) reparando mi vieja camioneta Chevrolet C-10 (como siempre) en un establecimiento que existió en la Avenida Bolívar, pegado a la pared estaba un aviso hecho en computadora, ofreciendo un terreno en Colinas de Curazao próximo al Colegio de Abogados, el escrito indicaba facilidades de pago, por lo que decidí llamar al teléfono publicado, no sin antes acordar vía telefónica con mi esposa, a ella siempre le ha gustado esa parte de la ciudad para vivir, puesto que cuando llegó a Guanare siendo una adolecente, su primera residencia quedaba en el Barrio Curazao, lugar que siempre recuerda con mucho cariño:
Yo: Hola amor, aquí me encontré con un aviso en donde venden un terreno de 600m2 en colinas de curazao en siete palos y medio, dicen que dan facilidades de pago.
Esposa:  Versia ¿ya te vas a meter en otro peo? Bueno esa zona es más fresca, bueno llama a ver, no sé, decide tu.
Uno siempre tratando de integrar a la mujer en las decisiones, para que después no digan, pero siempre es lapidaria la expresión: “no sé, decide tu”, dejando igual o peor que al principio del pensamiento decisorio, este elemento es una constante femenina y tiene el firme objeto de echarte toda la culpa en el caso en que lo resuelto salga mal o salir  airosa si sale bien, en todo caso lo comparo como el cable eléctrico neutro, no pasa corriente pero es necesario y siempre al ladito del que si te pega el corrientazo. Aunque estoy siendo injusto, ella de una u otra manera siempre me acompaña en mis gestas locas, a veces la neutralidad también es una forma de apoyo, …“él solito va y se estrella”... Aunque con mi experiencia de vida he llegado a la conclusión que: “es bonito tomar decisiones y hacerse responsable por ellas, pero aun más bonito es que te acompañen”.

Compra de la primera mitad
Los antiguos dueños del terreno resultaron ser gente muy agradable, conocidos profesionales de esta ciudad. Luego de negociaciones, el primer pago lo realizamos el 15 de Octubre de 2004 y a partir de ese momento, estuvimos pagando por un año el monto acordado, así empezó el sueño de vivir en las alturas de Guanare, zona algo más fresca que en el centro de la capital espiritual.  Adquirimos la mitad del terreno de la futura “Casa Sostenible” (la parte de abajo), siempre veía y caminaba la parte de arriba como una posibilidad de comprar, realmente hacía un fuerte ejercicio de visualización, me veía cultivando hortalizas, criando gallinas y otras cosa productivas, sin embargo, los dueños no vendían en ese momento, por esos días el terreno no tenía pared perimetral por el frente y el fondo, por lo que era un paso peatonal y botadero de basura local, la casa era un baño comunitario y según la gente del sector era guarida de alimañas de cuatro y de dos patas, cosa que nunca pude probar, siempre que le daba una vuelta al terreno estaba tal como la había dejado, solo era evidente que la casa era un buen baño, sumado a las hojas y frutos de los árboles de mango era una excelente casa-compotera.

La invasión de la Casa Sostenible
Pasaron tres años y en 2007 hubo una ola de invasiones, del cual no salimos ilesos, en la casita sin techo, ventanas y puertas se metió una joven con 2 niños pequeñitos, se le veía la necesidad de vivienda, fui a conversar con ella, no tendría más de 20 años, la chica manda a llamar a la gente y en menos de 5 minutos, yo estaba rodeado por una veintena de personas, todas hablándome con fuerza, como acusándome de algún delito. Todos los terrenos de la zona fueron invadidos, avalado por la asociación de vecinos, aun no existían los consejos comunales.  La dama en cuestión habilitó una de las habitaciones, sembró algunas plantas, en el terreno de arriba se instalaron unos jóvenes de no más  de 25 años, levantaron un rancho de tablas con zinc, limpiaron el terreno y colocaron dos generosos pelos de alambre de púas que dividía el terreno en dos toletes más o menos iguales. Mi esposa y yo intentamos razonar en varias oportunidades sin lograr resultado.
La invasión duró cerca de tres meses, se logró recuperar el espacio siguiendo los canales regulares institucionales y eventualmente todos los invasores se retiraron, por lo que somos testigos de que el sistema de justicia venezolano funciona. Aprendí que en estos casos, lo primero que hay que hacer es introducir una denuncia formal al CICPC, pero para llegar a esa instancia, visité primero la Alcaldía de Guanare, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía, en todas estas instituciones gubernamentales me atendieron muy bien, siempre salía al menos con un oficio, el cual me refería al siguiente organismo, pues ellos “no podían hacer nada”, hasta que al fin un fiscal me orientó legalmente y me envió al CICPC con un oficio, donde explicaba el caso. El CICPC instruyó un expediente y posteriormente armó una comisión asistiendo al lugar y citó a todos los invasores a declarar, asumo que fue un momento altamente disuasivo y de entendimiento que estaban cometiendo un delito en flagrancia.

Compra de la segunda mitad
El sinsabor de la invasión, dejó a los propietarios de terrenos aledaños angustiados por una nueva invasión, proliferaron los letreros de “se vende”, incluyendo los de mis vecinos de al lado (parte de arriba), por lo que los llamé y pregunté el precio, el cual era exorbitante, más aun para un asalariado universitario, por lo que no hubo acuerdo y lo puse en manos de Dios, “lo que es del cura, para la iglesia va”, así transcurrieron unos meses, cuando menos lo esperaba una llamada de los dueños, dispuestos a negociar, por lo que acordamos un precio por menos de la mitad de lo solicitado al inicio y con facilidades de pago, nos permitió adquirir la parte de arriba, completando 1.300m2 de extensión de terreno urbano, ahora propiedad de la familia Veiga Mejías.

Un visitante excepcional
 Luego de la invasión y posterior compra del segundo terreno, tuvimos la visita “extendida” por un año y medio del papá de mi esposa, el Señor José del Cristo Mejías (Cheo),  quien con la nostalgia de los años decidió ver crecer a sus nietos por una temporada, en especial a Sebastián.  En este período, aprovechando la experiencia como maestro de obra del “suegro”, se colocaron las puertas y ventanas y se sobrepuso temporalmente un techo con láminas de losacero, siendo el abuelo el primer habitante de la Casa Sostenible, este inicial aporte de amor y trabajo, permitió empezar a darle forma a la casa y también para que la comunidad empezara a respetar los espacios, solicitamos el permiso para colocar aguas negras y blancas, para lo cual instalamos 80 metros de tubería PVC de 6” para poder conectar aguas negras a la casa e instalar “la cachicama”, para poder contar con agua potable gracias al almacenamiento de dos barriles de 200 litros, lo cuales fueron los primeros tanques del sistema. A principio de 2009, el abuelo siguió su camino, hoy día se encuentra trabajando en Caracas y nosotros nos quedamos con un profundo agradecimiento por su aporte desinteresado, para empezar a enrumbar nuestro proyecto “Casa Sostenible”.

2009 año de fuerte inversión
En julio de 2009, encerramos el terreno completamente, se realizaron tres obras civiles de importancia, la plataforma de arriba, la cual consistió en un rectángulo de 6 metros por 20 de ancho, pared de 3 metros, riostrado y coronado, bases de metro de profundidad, con la visión de construir una edificación de 3 niveles, para habitaciones, se pretende a futuro, contar con una posada, esta primera obra favoreció la nivelación (gruesa) del terreno de arriba, se excavaron 2 huecos con miras a construir lagunas para piscicultura y un tercer hueco para zona recreativa con piscina.
 La segunda obra consistió en la pared-muro de contención del terreno bajo, con estacionamiento para 2 vehículos y portón metálico de 10 m de longitud, esta obra permitió nivelar el terreno alrededor de la vivienda, construir la rampa grande y la escalera de entrada. Finalizamos ese año construyendo el muro de contención intermedio, donde diseñamos y ejecutamos la construcción de una pared “curva”, con fines estéticos a la hora de concretar la construcción de la piscina recreativa. La inversión total para ese año superó los 150.000Bs. Lo cual nos dejó altamente endeudados con diferentes fuentes de financiamiento, principalmente la caja de ahorro y la inversión de nuestros bonos vacacionales y navideños.

2009-2012
Desde el 2009 al 2012, fue poco lo realizado producto de la deuda contraída, para julio de 2012, logramos refinanciar nuestras deudas y solicitar nuevos créditos a la caja de ahorro, nuevamente invertir nuestro bonos vacacionales, por lo que logramos invertir algo más de 120.000Bs. Recursos que permitieron vaciar el piso de la planta baja de la vivienda principal y levantar el techo con losacero y tubería estructural, se colocó la distribución de tuberías para electricidad, agua y gas. Se instalaron los tanques de almacenamiento de 4 mil litros, como los elementos principales, nuevamente nos llenamos de deudas, aun la vivienda principal no se encuentra habitable, sin embargo, ya estamos convencidos que falta menos para lograr que la familia se mude en los próximos tiempos a la “Casa Sostenible”.

Reflexiones flexibles
En términos económicos, el proyecto en 8 años lleva invertido algo más de 350.000Bs. (cerca de 80.000USD) Convirtiéndose en el activo principal de la familia. Advertimos a todas las personas que lean estas líneas con pretensión histórica, que somos profesionales pertenecientes a la clase trabajadora (media baja), no somos ricos, ni acaudalados, dependemos de sueldos tan bajos que nunca superamos el límite que el SENIAT establece, para pagar impuestos anuales por enriquecimiento. Sencillamente hemos invertido y ahorrado en este proyecto, como pudiera hacer cualquier familia que con esfuerzo, ahorro, autogestión se propone un proyecto de vida y pasamos del deseo a la acción, pues como decía mi abuelo: “las puras intensiones no preñan”, hay que pasar del querer hacer al hacer.
Somos venezolanos, que antes de gastar absolutamente todo lo ganado, hemos preferido invertirlo en un proyecto a futuro, un emprendimiento familiar, que le dé cabida al trabajo productivo, a la investigación, a la educación, al ejemplo creador, a brindar una oportunidad de crecimiento y desarrollo a nuestro núcleo familiar, así como también a nuestro entorno social y ambiental.
Antonio Veiga

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